miércoles, 24 de septiembre de 2014

¿Somos hormigas en cuerpos de persona?

Estamos obligados a estudiar filosofía, pero yo no lo vería tanto como una obligación ya que, al fin y al cabo, la filosofía nos intenta dar una explicación lo más lógica posible, sobre lo que es la vida y lo que debemos de hacer con ella.
Si que es verdad que a lo largo de la historia, ha habido muchísimos pensadores que han intentado dar respuesta a las múltiples preguntas que, inconscientemente nosotros mismos nos hacemos ¿quién somos?, ¿que finalidad tiene la vida?, ¿qué hay detrás de la muerte?, ¿esto es un sueño o lo estoy viviendo de verdad?, ¿por qué soy una persona y no una hormiga..?, ¿o quizás soy una hormiga dentro del cuerpo de una persona?... Estas preguntas y muchas otras más, han hecho que pensadores muy importantes, pierdan la cabeza (algunos literalmente) y su única preocupación era, encontrarse a ellos mismo.
Sorprendentemente, hoy en día nos importa más que el móvil tenga un 2% de batería o que el servidor de WhatsApp se caiga y no podamos estar chateando. Toooodo el día pegados a una pantallita minúscula. Llegará el momento de que las relaciones de pareja serán a través de un dispositivo electrónico, como en la película Wall-E,nos pasamos con los pulgares para arriba y para abajo (vaya destreza absurda vamos a coger) sin intentar conocernos a nosotros mismos, lo que queremos, lo que no, quienes somos y que aportamos a la sociedad, viendo la vida pasar, lo bonita que es y todo lo que nos aporta, lo que nos ahoga cuando las cosas flojean para hacernos fuertes y la que nos da el botiquín para curarnos la caída. 
La filosofía no la estudiamos nosotros, nos estudia ella analizando cada comportamiento, cada gesto, cada palabra...nos enseña indirectamente a ser felices ya que, a lo largo de nuestra vida, no llegamos a aprender a serlo, porque como he dicho antes, nos creemos humanos, pero somos hormigas en medio de esta sociedad.

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