jueves, 11 de junio de 2015

Siempres

Que no hay "para siempres" sin final, que no hay nada permanente y al igual que todas las cosas efímeras que hacen este mundo tan bonito, se ha acabado primero de bachiller.
Debo de darte la razón Marta, es un curso que te despierta del sueño infantil de un plumazo, en cada bajada de nota, en cada noche donde los apuntes, el flexo y los mosquitos son tus compañeros de peleas, donde los nervios no te dejan dormir o te despiertan a mitad de la noche con esa sensación de no saber nada y volver a sentarte pero el cansancio se apodera de ti y te despierta la mano de papá. Necesitamos un buen golpe para despertar y bachiller, efectivamente lo es; desgarra, agota, te come el estrés y las ganas de mandarlo todo a paseo... He perdido la cuenta de todas las veces que hemos bromeado con meternos a un grado de peluquería.

Pero Bachiller tiene sus cosas buenas, te unes con personas que jamás pensaste que te llevarías tan bien, con la chica que se sienta delante de ti con los ojos verdes, que apoyas hasta decir basta por demostrar que somos elefantes y tan solo debemos seguir tirando para soltarnos del todo. Por las que llegan nuevas, la rubia y la morena, más altas que tú, que te vacilan como quieren y te cuentan sus problemas para buscar consejo. Por las que se alejan poco a poco y se separan de tu camino aunque de vez en cuando se vuelven a cruzar de por medio. Por la amante de los animales y la disléxica, demasiado buenas, demasiado especiales. Por ellas, merece la pena vivir esta experiencia, que sin su apoyo, los días de bajón no serían divertidos. 

Filosofía fue una de las asignaturas que cogí con más ilusión y con la que primero me desilusioné; me he dado cuenta de que soy una persona con una mente demasiado cerrada como para entender lo que los filósofos que hemos estudiado a lo largo del curso, con sus alocadas cabezas y sus cuestiones sobre cualquier problema que se les plantee en la vida. Aún así, me parece una asignatura interesante; la parte de psicoanálisis fue lo mejor del curso, me permitió entender un poco más a los humanos (no, la verdad es que me siguen pareciendo de lo más detestable). Adiós 1º, solo me queda esperar con intriga el agobio de 2º y las cosas buenas que nos traiga.