viernes, 22 de mayo de 2015

Radio.

Hace unos días, haciendo zapping en el tele en uno de esos fines de semana en los que solo tienes el ratito de la sobre-mesa para descansar y dejar que la mente se relaje (aunque tengas a una parte de ti sentada a la mesa, con los apuntes delante, repasando la lección), vi en un canal una película que me llamó bastante la atención por como muestra la realidad tal y como es.
Estoy hablando de la película llamada "Me llamo Radio"
Trata sobre un chico con deficiencia mental y como le ayuda el entrenador de su instituto. Radio pasa desapercibido entre las demás personas, hasta que el entrenador del equipo de fútbol se fija en él y trata de ayudarlo e integrarlo en el equipo, en la escuela y en la vida. El apodo con el que se dirigen a Radio, se lo pusieron la gente de su pueblo ya que iba con la radio a todos lados.
Te hace ver como la gente por simplemente tener una discapacidad como le ven como un discapacitado como una persona que no puede desempeñar los mismos trabajos o las mismas tareas que puedan hacer una persona sin ningún tipo de discapacidad. El entrenador de su instituto empieza a ver en él algo más que un simple chico con discapacidad y le encarga ciertas tareas fáciles como colocar los balones después de entrenar, entregar las toallas a los jugadores... 
Pero a pesar de esto, la gente del pueblo asocia la decadencia del equipo a la presencia de Radio, lo que el entrenador niega completamente y consigue que todo el mundo le vea como una persona que aporta felicidad a la vida, ya que nunca deja de sonreir.
Y como reflexión personal, añadir que nos creemos superiores, queremos ser más que todos y sobresalir siempre, sin pararnos a mirar las cosas bonitas de la vida, tenemos tanta prisa por vivirla que al final la vida nos olvida. Tristemente lo que habla en esta película está basado en hechos reales, queremos gobernar sobre todo sin ver que los únicos inútiles somos las personas que no sabemos vivir como se debería.


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